¿Quién está realmente meditando?
Puede parecer una pregunta extraña, con una respuesta obvia (¡lo soy!). Pero para entender cómo la meditación con mantras puede ser eficaz para controlar la mente, tenemos que hacer una distinción entre la mente del meditador y el propio meditador. Es una distinción sutil, pero muy importante, porque es el yo consciente quien medita activamente, enfocando la mente.
Al principio, puede resultar difícil reconocer que nuestras mentes son diferentes de nosotros mismos, porque estamos muy acostumbrados a entretenernos con los caprichos de nuestra mente. La distinción se me hizo más clara cuando contemplé mi lucha personal contra la enfermedad de mi mente. Cuando tenía 16 años, sufrí lo que los psicólogos llaman un episodio depresivo grave. Durante los cinco años siguientes, luché por entender lo que me ocurría y cómo cambiarlo. Sentía que mi mente había sido secuestrada y, de forma significativa, experimenté una abrumadora sensación de no ser yo misma.
En aquel momento, no sabía nada sobre la naturaleza de la mente y que, en realidad, era diferente de mí. Desde entonces he aprendido mucho, y me ha ayudado a dar sentido a mi experiencia con la depresión. La puerta a una curación profunda se abrió cuando dejé de identificarme con mi mente y su trastorno.
Es interesante observar que cuando hablamos de la mente decimos "mi mente". Comprendemos intrínsecamente que, aunque nuestra mente nos pertenece, también está en cierto modo separada de nosotros. Para alguien que ha sufrido multitud de "disfunciones mentales", esto supone un gran alivio. Si no soy mi mente, significa que tengo la capacidad de influir conscientemente en mi mente.
El conocimiento de la mente, el cuerpo y el yo consciente (a menudo denominado espíritu o alma) se describe con detalle y claridad en el texto clásico indio Bhagavad-gita. El Bhagavad-gita trata de la ciencia espiritual y revela mucho sobre la naturaleza de nuestros cuerpos, nuestras mentes y nuestro propio yo consciente. Sobre la mente, dice
"Para quien ha conquistado la mente, la mente es el mejor de los amigos; pero para quien no lo ha logrado, su mente seguirá siendo el mayor enemigo". - Bhagavad-gita 6.6
Este verso implica que la mente está naturalmente supeditada al individuo al que pertenece, igual que un niño está naturalmente supeditado a sus padres. Pero cuando la mente es bombardeada constantemente con distracciones a través de los sentidos, se convierte en un niño malcriado que se niega a seguir las instrucciones de sus padres. La meditación, que es la base de cualquier práctica yóguica, ayuda al practicante a controlar la mente inquieta. Considera el siguiente verso:
"De dondequiera que la mente vague debido a su naturaleza vacilante e inestable, uno debe ciertamente retirarla y traerla de vuelta bajo el control del yo." Bhagavad-gita 6.26
Aquí se describe la mente como "parpadeante e inestable". En realidad, necesita la dirección de la inteligencia superior del individuo para funcionar eficazmente. Un aspecto de la eficacia de la meditación con mantras reside en su capacidad innata de hacer que la mente del practicante tome conciencia del momento presente. La técnica consiste simplemente en escuchar cada sílaba del mantra mientras se canta. Y cuando la mente divague (como sin duda ocurrirá), volver a centrar la atención en el sonido.
El santo de nuestros días, AC Bhaktivedanta Swami, destaca la sencillez de esta técnica: "¿Qué es controlar la mente? Hay que cantar y escuchar. Eso es todo. Hay que cantar con la lengua y oír el sonido. Eso es todo. ¿Cuál es la cuestión de la mente? "
La mente siempre sufrirá de descontento, igual que el cuerpo siempre sufrirá de resfriados y gripes. En lugar de dar audiencia a las rabietas de mi mente, ahora simplemente trato de observarlas desde la distancia, y luego redirijo suavemente mi mente al sonido de este poderoso mantra que tengo a mi disposición.
Para saber más
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Me encantó leer esta verdad que expresaste tan claramente desde tu conciencia superior. Me entristece saber que tuviste que pasar por un episodio tan oscuro de depresión. Afortunadamente, a menudo vemos la luz sólo cuando la oscuridad nos rodea.
Sigue escribiendo y difundiendo la luz del amor y la verdad.